Acerca de
Valhelhas
Valhelhas nació en una cuna de oro -o, mejor dicho, en una cuna fértil y verde- y aún hoy disfruta de las ventajas de ese origen afortunado, en un valle soleado de la orilla izquierda del río Zêzere, rodeado por el verde de las montañas vecinas. El pueblo de ese "vallecito" (traducido de Vallicula, su nombre romano) alberga la mayor playa fluvial de la región y una de las principales de Beira Interior.
En la playa fluvial de Valhelhas, bañada por las aguas frescas y transparentes del Zêzere, no faltan ni la sombra (de los frondosos álamos, alisos, fresnos y sauces que la rodean) ni las estructuras de apoyo (incluido un camping). Sin embargo, hay otro patrimonio que visitar en las horas más cálidas, en un terreno que fue ciudad y capital de condado entre 1187 y 1855. El principal hito de aquellos tiempos es la picota del siglo XVI. Pero el Puente de Filipinas, la Iglesia Matriz, las capillas de Santo Antão y del Divino Cuerpo Santo y las ruinas del antiguo castillo también conservan recuerdos del pasado.
Tanto en verano como en invierno, son los sabores los que hacen que este pueblo vaya "Boca em Boca", especialmente el cabrito, la longaniza de guarda, la trucha de Zêzere, el requesón y el queso de serra da estrela, tan bien representados en los restaurantes locales y que atraen a miles de visitantes a este pueblo.