Boletus, almizcles blancos, raivacas, rebozuelos, frailejones. ¿Cuántos tipos de setas caben en un texto de presentación de un pueblo? En el caso de Alcaide, pueblo situado en la vertiente norte de la Serra da Gardunha, no habría espacio suficiente para nombrar las más de 300 especies identificadas en los bosques de Alcaide.

Sí, en la gastronomía del municipio de Fundão no todo son cerezas. En Alcaide, la seta (en todas sus formas comestibles, por supuesto) es el rey. Y los lugareños rinden homenaje a su sabor todos los años, en noviembre, en el Festival de los Míscaros, un acontecimiento que atrae a miles de visitantes al pueblo.

Sólo el tercer fin de semana después de Pascua se puede encontrar un ajetreo comparable, cuando la procesión de São Macário, escoltada por cientos de personas, es llevada a hombros desde la Iglesia Matriz (un edificio del siglo XIII) hasta la colina de São Macário, un mirador rodeado de pinos y cerezos, con vistas a las sierras de Gardunha y Estrela. Durante el día, los aldeanos se turnan para "tocar la campana", haciendo sonar la pesada campana de metal situada en lo alto de la torre sin cuerdas, sólo con la fuerza de sus brazos.

No hay constancia de que el gobernador esté en el origen del nombre del pueblo (en la Edad Media, los administradores de cada provincia eran conocidos como alcaides, denominación que se remonta a la época musulmana). La figura política más conocida de Alcaide es en realidad João Franco, antiguo ministro del Rey Carlos I que nació allí en 1855. Su casa natal sigue en pie en la calle que lleva su nombre, junto al campanario.