"A Sameiro llegarás, de Sameiro no pasarás". El dicho -ahora improvisado- se aplica perfectamente a la aldea de Sameiro, en la ladera norte de la Serra da Estrela. Cuenta la leyenda que, en la antigüedad, un grupo de invasores que subía para conquistar el valle del Zêzere sufrió allí tal emboscada (enormes rocas colocadas estratégicamente por la población impedían el paso) que creyeron haber llegado al final de su expedición. Más allá de la zona del "Povo Cimeiro" (nombre que más tarde se convertiría en el actual de la aldea), no había nada más que explorar.

Hoy, el patrimonio de Sameiro es diferente. Los campos de cultivo tranquilamente organizados en terrazas, el eco de las aguas del Zêzere, las playas fluviales (con la sierra da Estrela asomando por encima) e incluso una pista de nieve sintética son argumentos más que suficientes para que los forasteros no se aventuren por el valle en plena naturaleza. Pero ahora la emboscada es una invitación a quedarse.