Acerca de
Penhas Douradas
Fue necesaria una ambiciosa expedición científica a la Serra da Estrela, similar a la que se hacía entonces en el continente africano, para que Portugal descubriera, a finales del siglo XIX, los encantos de Penhas Douradas. El pionero viaje exploratorio liderado por Hermenegildo Pinto Capelo permitió encontrar excelentes condiciones climáticas para el tratamiento de la tuberculosis y abrió la puerta al turismo de montaña. Pronto aparecieron los chalés y los balnearios que aún adornan la región. Y las condiciones se mantienen.
Hoy en día, a unos 1.500 metros sobre el nivel del mar, en el corazón del Parque Natural de la Serra da Estrela, no sólo se encuentra uno de los lugares más fríos del país, con la fama y el beneficio de tener la nieve como visitante frecuente. Penhas Douradas se ha convertido en un balneario de referencia en turismo de naturaleza, deportes y aventura, invitando a escapar de la vida cotidiana. Y, con una vista panorámica sobre la cabecera municipal (Manteigas) y el valle glaciar de Zêzere, con grandes bloques de granito y bosques de pinos silvestres como compañía, no hay duda de que son buenos para la salud.